IV Congreso Iberoamericano sobre el síndrome de Down

Salamanca (España) 16, 17 y 18 de Marzo de 2016

Verónica Guillén Martín

Participación

Atención al alumnado con síndrome de Down: análisis del patrón de sus necesidades de apoyo

Reflexión personal

A causa de los problemas congénitos de salud asociados, la esperanza de vida de las personas con Síndrome de Down es inferior a la de la población general. Sin embargo, gracias a los avances médicos, las personas con síndrome de Down viven mucho más ahora que hace 30 años. La actual media de la esperanza de vida para las personas con síndrome de Down es de aproximadamente 55 años, llegando a vivir algunas de ellas hasta los 70 años. Este creciente aumento de adultos con síndrome de Down en nuestra sociedad propicia la aparición de nuevos retos para las diferentes organizaciones y profesionales de atención directa. En este sentido, es importante tener en cuenta que la investigación actual revela que tener una adecuada transición a la vida adulta es uno de los mayores predictores de éxito en los adultos con discapacidad intelectual. Por tanto, asegurar una adecuada transición a la vida adulta de las personas con síndrome de Down es relevante para fomentar su funcionamiento, independencia y calidad de vida a lo largo de las subsiguientes etapas vitales. Concretamente, diseñar planes individualizados de apoyo durante su infancia y juventud que no solo cubran las necesidades de supervivencia, sino que fomenten también el desarrollo de esta población, conllevará un mejor rendimiento en su vida adulta, implicando diferentes beneficios personales, económicos y sociales.