IV Congreso Iberoamericano sobre el síndrome de Down

Salamanca (España) 16, 17 y 18 de Marzo de 2016

Priorizando lo (in) significante

Presentado por
Claudia Patricia Ritzel Feske

Autores

  • Claudia Patricia Ritzel Feske  (FUNDOWN Caribe)
  • Martha Robles E.   (FUNDOWN Caribe)

Resumen
En esta presentación hablaremos sobre algo (In) Significante: “La Discapacidad”. Como insignificante entendemos algo que es pequeño, sin valor, sin importancia. Aún y cuando según la OMS más de mil millones de personas viven en todo el mundo con alguna forma de discapacidad y de ellas casi 200 millones experimentan dificultades considerables en su funcionamiento, y que, según la misma OMS, en los años futuros la prevalencia de la discapacidad irá en aumento, desafortunadamente, para la mayoría de la población común, la discapacidad es de poca relevancia e importancia y posiblemente también lo fue igual para nosotros antes de tener algún nexo con ella. ¿Cómo podemos hacer para que esta situación “insignificante” adquiera un valor, y una importancia para la mayoría de la población? ¿Cómo lograr que quienes no han experimentado la convivencia con las personas con síndrome de Down entiendan que este no es un tema menor y visibilicen a éstos individuos como sujetos de derechos y potencialmente útiles a la sociedad? Desafortunadamente no hay una respuesta única y definitiva a éstos cuestionamientos, pero hay lecciones aprendidas desde otros contextos que deberíamos apropiar en nuestro tema. En esta oportunidad, mencionamos tres de ellas. Primera: todo cambio viene desde el interior. Hay que creer, desde la misma persona con síndrome de Down, la familia y el entorno. Segunda: la unión hace la fuerza. Debemos articular nuestras acciones, individuales y de nuestras organizaciones. Tercera: Cifras y Estrategias. Nuestro impacto está afectado por la poca confiabilidad de las cifras para saber cuántas personas con discapacidad hay en una determinada sociedad y como estrategia, resulta imprescindible concientizar, necesitamos posicionar que el valor de las personas con síndrome de Down está dado por el “ser”: ser humano, ser hijo, ser amigo, ser paciente, ser trabajador, no por su discapacidad.